Esta formación acerca al profesional de ayuda ya las personas que acompañan (niños y adolescentes) desde una perspectiva de crecimiento y desarrollo personal, dando herramientas para detectar cuándo existe sufrimiento instaurado en un síntoma y derivarlo a un profesional especialista, colaborando y trabajando en equipo.

Dentro de la formación se transmiten recursos y técnicas específicas que posibilitan el trabajo con los niños y niñas a través de los lenguajes expresivos y las técnicas que favorecen la expresión de las emociones, la comunicación y el desarrollo holístico, que contempla el área emocional, corporal, intelectual y espiritual del niño.

Trabajamos con una metodología que parte de la vivencia para ir a la elaboración conceptual y teórica. Sin embargo, el eje transversal de toda la formación es el trabajo personal: el trabajo en el que cada persona se moviliza cuando está ante un niño y que está directamente relacionado con los registros de nuestra propia infancia y educación recibida. El trabajo con estas vivencias interiores y profundas será la clave para poder llegar a transformarnos y acercarnos a una forma de estar con los niños basada en el respeto por sus emociones, su mundo interior y su desarrollo más pleno y armonioso posible.

El otro eje importante es el trabajo en grupo, la vinculación entre nosotros, puesto que ésta es la herramienta de trabajo.